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UNA TESIS SOBRE PEDAGOGÍA DE LO COTIDIANO
Revista CoPaLa. Construyendo Paz Latinoamericana, vol. 7, núm. 16, Esp., pp. 70-75, 2022
Red Construyendo Paz Latinoamericana

Artículos

©Revista CoPaLa, Construyendo Paz Latinoamericana

Recepción: 27 Marzo 2022

Aprobación: 31 Agosto 2022

DOI: https://doi.org/10.35600/25008870.2022.16.0231

Resumen: La pedagogía de lo cotidiano ha sido a partir de su creación, difusión e interpretación por los distintos seguidores que la han abordado, un movimiento pedagógico que, si bien, más allá de quedar en una propuesta educativa que se estanca como algunas con el paso del tiempo y que van perdiendo su capacidad de usarse, moldearse y ponerse en práctica ante las nuevas necesidades que en el siglo XXI surgen, se va actualizando por su capacidad de abordar la realidad cotidiana que viven tanto los estudiantes como las personas que habitan el mundo.

De lo anterior podemos encontrar evidencias en los distintos trabajos y reflexiones de quienes seguimos el pensamiento pedagógico primeriano. Por lo tanto, la intención de este trabajo es analizar una –de tantas– tesis donde esta pedagogía se puso en práctica gracias a su capacidad de estar en el movimiento de frontera, es decir, en el conocimiento y/o saber que se encuentra en constante actualización.

Por lo anterior, cabe resaltar que el análisis que se realiza es a partir del Método Racional de Pensamiento (MRP) —contenido en la obra de Luis Eduardo Primero Rivas—, donde a partir de la descripción, interpretación y valoración se desglosaran las ideas principales del trabajo que el licenciado Cesar Augusto Castro Rodríguez ha hecho en la universidad de La Gran Colombia, situada en Colombia, donde ha detectado que la formación de los estudiantes de la licenciatura en ciencias sociales de ésta universidad, se encuentra alejada de la actualización, esto debido a la enseñanza a partir de modelos, ideas, tradiciones y reflexiones surgidas de pedagogías y métodos de enseñanza del siglo pasado.

Palabras clave: Educación, formación académica, formación, pedagogía de lo cotidiano, resistencia, saberes descontextualizados, teoría pedagógica, movimiento de frontera e interpretación.

Introducción.

Cuando surge una situación de interés que llame la atención de teóricos o prácticos en las distintas áreas que abordan las partes de la realidad para así lograr comprenderla, se logran crear teorías que, desde la visión y pensar de los creadores, tratan de explicar algún tema de interés.

A razón de lo anterior, dependerá del grupo de científicos la difusión de dicha teoría, así como de quienes la abordan porque en ella han encontrado elementos que les brinden nuevas perspectivas con las que se apropien, interpreten, aborden y accionen en la realidad –sea ésta simbólica o material.

Es de este modo que el presente escrito pretende analizar la tesis presentada por el licenciado Cesar Augusto Castro Rodríguez, quien, desde su horizonte ha encontrado en la pedagogía de lo cotidiano factores que le ayudan a afrontar los retos y/o problemáticas que hay en la Universidad La Gran Colombia. Por tanto, el tratamiento a dicho trabajo y, la escritura del presente documento será a partir del enfoque hermenéutico-analógico, usando así el método racional de pensamiento (MRP) partiendo de una descripción, posteriormente una interpretación y finalmente una valoración.

I. Momento descriptivo: La pedagogía de lo cotidiano en la Universidad La Gran Colombia.

Lo que el licenciado Cesar Augusto Castro Rodríguez muestra es, innegablemente, una problemática en los modos y modelos pedagógicos con los que se enseña en la Universidad La Gran Colombia, pues, menciona que los docentes que se encargan de formar a los futuros licenciados en ciencias sociales, realizan su labor a partir de teorías no contextuadas, es decir; no lo hacen desde un movimiento de frontera, abordando la cotidianidad en la que se vive, sino todo lo contrario, lo cual, para Castro causa un desinterés en las clases y, tanto contenido como realidad se ven desvinculados.

A partir de esta situación, el autor de esta tesis encontrará en la pedagogía de lo cotidiano una serie de elementos que dan respuesta a los retos que en pleno siglo XXI deben ser atendidos en el área de la educación.

Castro Rodríguez (2021) refiere que la educación para el Dr. Primero Rivas –creador de la pedagogía de lo cotidiano– es el proceso formativo que nos construye como personas, el cual, rompe las barreras de lo escolar y el adiestramiento (p. 10), de aquí que reconoce que a diferencia de otras propuestas pedagógicas quedadas en su temporalidad, sin actualizarse y legitimadoras del orden institucional a nivel micropolítico y macropolítico, la pedagogía aludida se encuentra en constante actualización por ser la cotidianidad su escenario de reflexión y accionar.

Por otro lado, Castro adopta a la pedagogía aludida por ser una filosofía educativa que centra al discente como prioridad del proceso educativo, y, por tanto, formativo, ya que a sus palabras “… esta pedagogía se convierte en un conjunto incluyente, realista, práctica y autónoma, donde los principales actores sean los educandos puesto que serán ellos quienes en un futuro logren ser personas críticas y participativas en el contexto donde se encuentren (Castro, 2021: 11).

Lo anterior sugiere que para el doctor Primero Rivas la educación –escolar– ya debe dejar las viejas costumbres, ideales y prácticas que ponen al alumno como una jarra vacía, donde solo se les va dando contenidos sin reflexionar a conciencia si de verdad se está cumpliendo con el objetivo de la enseñanza en las aulas, pues, esta instrucción debe ser un proceso que parta desde los conocimientos del discente, desde su realidad, para posteriormente dirigir los temas hacia la construcción de un pensamiento crítico que atienda las necesidades que aquejan a la sociedad en la actualidad.

Si lo que hasta ahora se ha dicho para describir lo que comprende Castro Rodríguez con respecto a la pedagogía de lo cotidiano, lo que también es interesante de rescatar es que, para este autor, la ciencia es el camino y el punto de partida formal, que ayudará a comprender y -- abordar la cotidianidad que tienen los estudiantes (p. 13), pues fragmenta los saberes de la escuela y de la vida al ser para él estos últimos sujetos a intereses personales, mientras que los primeros se basan en un currículum formal. De aquí que para él existan dos maneras de abordar la realidad: la personal, a partir del conocimiento común (doxa) y, a partir de lo académico, siendo este el conocimiento formal y científico.

Ante todo lo que se ha dicho entorno al encuentro de la pedagogía de la cotidiano con el licenciado Castro Rodríguez, puedo referir que lo que esta teoría brinda a él y a la problemática que ha identificado, son elementos que se encuentran en el movimiento de frontera, pues, es este y a partir de sus virtudes que llevan a dicha propuesta a estar en constante actualización, abordando tanto elementos prácticos, sentimentales, intelectuales y culturales que se encuentran en el día a día de las personas, por tanto, a diferencia de otras pedagogías escolares –por limitar su quehacer a las escuelas–, ésta toma el contexto que se vive para desarrollar conocimientos útiles, en virtud que en su deber ser debe construir una realidad mejor a partir de propuestas posibles y no imposibles.

En conclusión, de este primer apartado, el licenciado Castro Rodríguez hace uso de esta pedagogía para atender las prácticas desvinculadas del contexto actual, las cuales, obedecen a factores económicos, tecnocráticos, dejando de lado la construcción de un pensamiento holístico, integrador, crítico y reflexivo.

II. Momento interpretativo: desglosando los pensares de Castro Rodríguez sobre la pedagogía de lo cotidiano

Lo que ahora muestro a usted estimado/a lector/a será la interpretación que hago del trabajo escrito por el licenciado Castro, adelantando que, omitiré puntos ya sabidos de la pedagogía de lo cotidiano a modo de centrarme en las ideas principales que planteó el autor en su exposición.

Como punto de partida he de destacar que la pedagogía de lo cotidiano es una teoría pedagógica que ha permitido la realización de diversos trabajos que la mantienen en constante actualización y que la posicionan como internacional, ya sea por la difusión que su creador y el grupo de científicos que seguimos dicho pensamiento hemos hecho o, por la serie de reflexiones que brinda para abordar a la educación buscando trabajar buscando un mundo mejor desde lo posible y realista.

Ahora bien, si la educación es concebida por el Dr. Primero Rivas (2010) como la formación de un ser humano (p. 14) en niveles sensibles, prácticos e intelectuales; es necesario partir desde una mirada realista, pues aunque el proceso educativo es en su deber ser un trabajo que debe crear en las personas un pensamiento ecológico, holístico, crítico e integrador, la realidad –aunque a veces es negativa– es que nos enfrentamos a modelos formadores que llevan a cabo dicho proceso, por tanto no debemos romantizar el discurso educativo, tal como lo hace Castro.

Es a partir de lo referido que abordo estos dos modelos que llevan a cabo la tarea formativa, los cuales, que pueden ser identificados con los términos de ídolo e ícono. El primero –el ídolo– caracterizado por fetichizar y matizar la realidad a su conveniencia, dogmatizando la mirada de quienes le siguen. Mientras que, el segundo –el ícono– se esmera por comprender las partes de la realidad vivida. Por lo tanto, considero que, aunque la intención de Castro, como de otros teóricos, es buscar elementos positivos en los conceptos, no debemos romantizar el contexto y, de ser posible, debemos abordar tanto lo positivo y lo negativo de lo que se vive para realizar propuestas concretas y realistas.

Por otro lado, al referir que la pedagogía de lo cotidiano busca volverse una alternativa ante las tradicionales, se puede interpretar que los alcances de dicha teoría no han sido comprendidos por Castro, pues a partir de plantearse como crítica a las que legitiman el orden en los espacios educativos o a las que prescriben en vez de reflexionar, ya la hacen una teoría crítica, de aquí que Primero refiera que: “La pedagogía aludida se va conformando como crítica a las dominantes en el sistema educativo capitalista; se plantea histórica y recupera una definición sencilla de su actividad, que la acota como la norma reguladora de la práctica educativa, y desde ahí como la energía icónica” (Primero, 2010: 14)

Por lo tanto, puedo ubicar a la pedagogía de cotidiano a partir de sus características como suficientes para -- posicionarla tanto en la categoría de crítica como en la de resistencia; pues la primera la obtiene al retomar elementos como el modelo, el cual puede acercar o alejar al educando de elementos como la ética (ethos), las virtudes, la crítica, entre otros elementos; de aquí que este es definido por Primero (2010) como un prototipo o ideal al que se apega el discente (p. 102), de modo que este es el recurso de un gran entramado de poder como el Estado, las organizaciones y grupos de élites que desean formar seres humanos para atender las necesidades de la época, siendo ésta el máximo agente educador. Es así como la pedagogía de lo cotidiano propone y hace críticas al neoliberalismo por ser el modelo que forma de manera parcial y por limitar a la educación a un proceso simplemente escolar.

Por otro lado, la pedagogía aludida también es de resistencia al no solo realizar una crítica que se limita a la teoría, sino que plantea acciones contundentes que tanto su creador como sus seguidores y aprendices han hecho para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Es de este modo que el licenciado Castro, aunque abona al referir a la pedagogía de lo cotidiano como una propuesta de resistencia, ésta ya lo es y se ubica en ellas.

Ahora bien, Castro refiere lo siguiente en la página 13 de su trabajo, lo cual es de analizar:

… la ciencia será el punto de partida para entender que la cotidianidad que tienen los estudiantes en un contexto determinado no será igual o similar a la que viven en su proceso escolar, puesto que, al estar en el mismo lugar geográfico las dinámicas y realidades que viven los estudiantes no tienen nada que ver con el conocimiento o formación que están adquiriendo en sus colegios (Castro, 2021: 13).

A esta reflexión interpreto que lo que refiere el licenciado Castro es que para poder hacernos de las características de todos aquellos elementos que giran en torno a la cotidianidad, es necesario que nos hagamos de un conjunto de saberes, teorías y conceptos –formales– que nos permitirán desentrañar y ver algunos aspectos y/o factores que conforman la realidad, sea ésta material o simbólica.

Por otro lado, considero que, aunque la ciencia permite hacernos de una cosmovisión del mundo y que de aquí comprenderemos y abordaremos la vida, el suponer esto sería desde luego erróneo, ya que la cotidianidad (fuera de lo que llaman conocimiento formal) brinda también esquemas, marcos o referentes con los que las personas obran en el día a día, así pues, la pedagogía de lo cotidiano considera lo realmente existente, pues la educación crea realidades que forman y conforman la vida y la historia, de las cuales se hacen teorías y trazan rutas pedagógicas (Primero, 2010: 18).

Considero a partir de lo referido que no podemos limitar la comprensión de la cotidianidad al saber científico únicamente, pues, aunque éste de elementos para comprenderla, también hay pistas en la doxa que nos hacen interpretar la realidad simple –no formal– y actuar en ella. Por tanto, conocimiento científico y conocimiento cotidiano deben ir de la mano, sin fragmentarlos para generar teorías, comprensiones y reflexiones basadas en lo que ocurre actualmente en el mundo, pues mucho se habla de los problemas en torno al conocimiento, de las metodologías, pero poco de lo cotidiano para hacer y pensar a la ciencia.

Es así como, a mi modo de concebir el pensamiento de Primero Rivas, abonó que hay incluso niveles de cotidianidad, pues ¿qué es esta última? ¿Será que solo nos referimos a esta como el escenario que se presenta fuera de las escuelas, de los grupos científicos o de los espacios formales?

Ante las preguntas planteadas y, ante lo referido por Castro, pienso que la cotidianidad se ubica incluso en los espacios más formales, pues ella es el primer escenario que existe, del cual, se desprenden elementos como los rituales de grupo, las dinámicas, reglas, formas de pensar y hacer que, dan pistas para abordar la realidad que se considere; es decir, ciencia y vida cotidiana son elementos que, aunque la mayoría de teóricos separan, van de la mano para comprender una de la otra, pues la primera –la ciencia– pudiera dar elementos formales para desentrañar las características de la vida simple, pero la segunda –la cotidianidad– la podemos encontrar hasta en los espacios formales que describe cómo se lleva a cabo la vida en ellos, de aquí que no he de faltar a la verdad si afirmo que en las distintas tesis poco o casi nada se habla de una cotidianidad académica, de una cotidianidad escolar o científica y, en vez de ello se limita el discurso a la vida fuera de las instituciones.

A razón de lo anterior, cuando Castro (2021) afirma que las formas de ver la realidad cotidiana son la experiencia desde la vida cotidiana y desde los estudios (p.14) puedo encontrar un error en la comprensión del pensamiento de Primero Rivas, esto al fragmentar ambos escenarios, cuando la realidad es que van de la mano para crear una mayor comprensión de la realidad, ya que si nos dirigimos a ella a partir de esta dicotomía, sería afirmar que la pedagogía de lo cotidiano no crea un pensamiento holístico e integrador, sino todo lo contrario, separa vida de escuela y por tanto, aborda de manera parcial ambos escenarios.

Siguiendo con el análisis, si dichas formas de ver la realidad se basan –refiere Castro en la página 14– en el aspecto personal y académico, y de aquí se puede preguntar: ¿dónde quedaría lo material y simbólico que la conforman? Pues es a partir de esto que considero que ante los retos que plantea Castro a partir de las problemáticas que encontró en la formación de los estudiantes de la licenciatura en ciencias sociales de la Universidad La Gran Colombia, se debe abordar el conocimiento cotidiano como uno, donde, tanto el saber o conocimiento informal y formal, jueguen de manera paralela, analógica y holística para comenzar a crear y transmitir saberes en los discentes sin dividir o separar conocimiento escolar de la vida fuera del aula; así, puedo interpretar que lo que aqueja Castro en su estudio, más allá de los modos de enseñanza poco actualizados, la urgencia de centrar la atención en las formas en las que los docentes de dicha licenciatura interpretan, hacen, transmiten y apropian a la ciencia y al conocimiento para así formar a los universitarios, es el problema central; es decir, la comprensión de la praxis, concebida por Cedillo (2020) como acción y entendimiento de lo existente (p. 20).

3. Momento valorativo: ¿Qué se puede decir?

A partir de lo que se ha analizado del pensamiento del licenciado Castro acerca de la pedagogía de lo cotidiano del doctor Primero Rivas, considero que, en efecto, esta teoría pedagógica se ubica como internacional ante los alcances que ha tenido, así como de frontera por seguir dando –en la actualidad– trabajos consistentes que buscan la mejora no solo del proceso de enseñanza-aprendizaje, sino de la vida misma.

Es de este modo que la pedagogía de lo cotidiano -- tiene los elementos para abordar el problema que detectó Castro en la formación de estudiantes en la Universidad La Gran Colombia, pues aborda factores como la sensibilidad del discente, su entorno cotidiano, sus conocimientos previos y, a partir de esto guía el contenido en virtud de generar un pensamiento que se ubique en lo que se está viviendo en el mundo para así crear profesionales con un pensamiento de frontera.

Sin embargo, considero que hay elementos dentro del discurso que implementó Castro que deben ser analizados, pues si bien son certeros algunos con el pensamiento de Primero Rivas, otros fueron malinterpretados, tal es el caso de la definición que brinda de educación, donde se deja guiar por la idea “romántica” que plantea el lado virtuoso de dicho proceso formativo, cuando, a partir del discurso primeriano, debemos hacernos a la realidad –aunque ésta a veces no sea favorable– que el proceso educativo conlleva ser formados a partir de modelos idólicos o icónicos, tales como pueden ser la familia, el modelo económico, un docente, la misma sociedad, entre otros factores que, están ligados a la época.

Por otro lado, estoy en desacuerdo ante la fragmentación que hace Castro entre conocimiento cotidiano y formal o científico, pues aunque en los discursos de distintos epistemólogos o teóricos se siga fragmentando ambos escenarios, la realidad es que van de la mano, pues para comprender la realidad no podemos hacernos de uno y, después del otro, sino todo lo contrario, debemos verlos desde un sentido analógico; es decir, tomar lo mejor de ambos escenarios y, crear propuestas a partir de la comprensión de ambos. De modo que, uno de los retos que podría destacar Castro en su investigación es, en efecto, la manera en cómo el grupo de académicos de su universidad –como comunidad científica– comprenden, transmiten, producen e interpretan a la ciencia, ya que este es el núcleo en el proceso formativo de los estudiantes universitarios.

Referencias citadas

Castro Rodríguez, César Augusto (2021). Pedagogía de lo cotidiano. Nuevos retos y desafíos en la educación del siglo XXI. Universidad La Gran Colombia, Bogotá.

Cedillo Bedolla, Ulises y Romero Guzmán, Diana (2017). El ABC de la Nueva Epistemología. México: Editorial Torres Asociados.

Primero Rivas, Luis Eduardo, (2010). Filosofía y Educación desde la Pedagogía de lo Cotidiano. México, D.F. Co-edición RIHE/Torres Asociados.

Referencias Recomendadas

Beuchot Puente, Mauricio y Jerez, José Luis (2014). Dar con la realidad. Hermenéutica analógica, realismo y epistemología. -1ª ed.- Neuquén: Círculo Hermenéutico, 216p.

Beuchot, Mauricio (2012). Perfil de la Nueva Epistemología / Mauricio Beuchot y Luis Eduardo Primero Rivas –México: Publicaciones Académicas CAPUB.

Primero Rivas, Luis Eduardo y Beuchot Puente, Mauricio (2015). Desarrollos de la Nueva Epistemología. Popayán, Cauca, Colombia: Editorial Universidad del Cauca.

Primero Rivas, Luis Eduardo, (2020). Las malas palabras de la pedagogía de lo cotidiano. México: Publicar al Sur, 2020. 224p. 21 cm.

Primero Rivas, Luis Eduardo, (2021). El efecto Covid-19 y la educación en México. México: Publicar al Sur, 2021.

Romero Guzmán, Diana, y Cedillo Bedolla, Ulises, (2020). 30 años de la Pedagogía de lo Cotidiano. México: Publicar al sur, 2020. 194p. 21 cm.



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